Por lo que respecta a Jeremiah, se trata de una adaptación del popular comic de Herman Huppen. La acción transcurre quince años después de la "Gran Muerte", una plaga que acabó con todos los seres humanos adultos, pero que respetó a aquellos que aún no habían llegado a la pubertad. Jeremiah, interpretado por Luke Perry (SÍ, lo sé, yo tuve la misma reacción al leerlo por primera vez), es un joven que ha pasado todos estos años buscando el enigmático "Sector Valhalla", un supuesto enclave del que su padre le habló poco antes de abandonarle. Junto a él viaja Kurdy (Malcolm Jamal Warner, uno de los chavales de "el Show de Bill Cosby"), simpático, bueno y confiado. Ambos se mueven en un mundo que ha tenido que sobreponerse al colapso de todos los estamentos de poder, que ha crecido sin autoridad paterna y en el que tienen cabida desde megalómanos líderes militares hasta sectas post-apocalípticas que afirman que Dios ha muerto.
La serie es entretenida y cumple todos los tópicos de las sagas post-apocalípticas ¡que mejor razón para lanzarse de cabeza a verla! Se emitió entre 2003 y 2004, tiene dos temporadas y por lo visto la serie tiene un final, que es más de lo que se puede decir de muchas hoy en día.
Otro descubrimiento (vía Diario de a bordo) fue Jericho (parece que los nombres bíblicos venden), del que solo se puede ver el piloto y que empezará a emitirse el 20 de este mismo mes. La historia comienza cuando un chaval de unos treinta años vuelve a su pequeño pueblecito natal (Jericho) perdido en mitad de la nada para reencontrase con su familia después de cuatro años en paradero desconocido. Hasta aquí, todo normal, se encuentra con su exnovia (que gachavo la exnovia), discute con su padre, abraza a su madre y se marcha por donde ha venido, después de visitar la tumba de su abuelo. Y entonces, en el horizonte, aparece esto.
La verdad es que estas dos series, de momento, solo están disponibles vía Internete, ya que lo que están poniendo ahora por la tele son auténticos truñazos, salvo honrosas excepciones.
Una de ellas es House, la serie del médico cabrón que Cuatro dejó a medias para colarnos esa serie que tanto me recuerda a Ally McBeal pero en médicos. Aunque hay que admitir que las circunstancias les obligaron a ello, porque al ritmo que iban se les hubieran acabado los capítulos enseguida. Quedan 10, que yo ya he visto y que me parecen buenísimos, especialmente el capítulo doble llamado "Euforia" y el final de temporada.
Otra es 24, esa serie tan macarrona que ponen los domingos en antena 3. podrán decir lo que quieran, pero yo me lo paso pipa viendo a Jack Bauer luchando contra los malvados terroristas.
La misma cadena estrenará en breve la segunda temporada de Los 4400, de 13 capítulos de duración, que merece la pena porque continúan la historia que dejaron a medias en la primera parte, todo ello aderezado con sorprendentes giros de guión y retornados con poderes tan fulleros que Magneto a su lado parecería una cucaracha panza arriba. No se la pierdan.
Y el 4 de Octubre... tercera temporada de Lost. Muahahaha...
Pero esto ya es otra historia, estoy cansado y me voy a dormir. Y ustedes deberían hacer lo mismo. Solo la gente malvada y sin corazón se queda despierta hasta tan tarde.
¡A dormir, malditos!
1 comentario:
Luke Perry... de que me suena.. no era hermano dee.. Krusty el payaso?
Yo con esto de las series tengo una pereza increible, si alguien tiene Perdidos en DVDs que me la deje :) (a partir de la 2da temporada) las demás no me acaban de enganchar, bueno si acaso los 4400, que vi los dos capitulos que hicieron en A3 hace tiempo..
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